jueves, 27 de agosto de 2009

Nueva organización ignota en la city tandilúrica, dedicada a los descubrimientos insólitos

Así es. Todo parece indicar que al calor que se acerca naturalmente por la época del año, se le suma la efervescencia de las ideas. Todo parece indicar que esta mezcla redoxoniana permite la afloración de entidades que hasta hace muy poco tiempo trabajaban en la oscuridad, pero flexible, del anonimato. En esta nueva sección que estamos inaugurando (a falta de cintas y tijeras, armamos un manojo de ramas y un cuchillo oxidadito), hoy presentamos la labor de la organización “En búsqueda de la sexta (porque la quinta ya la encontramos hace un tiempo)”, casi prima hermana de la ya conocida, instalada e institucionalizada “Fundación Pelotas Llenas”.

No sabemos a ciencia cierta en qué momento del fluir histórico se creó la dicha organización, pero se cree que ya lleva consigo algún par de generaciones. Según se ha podido deducir, en un primer momento el objetivo principal estuvo teledirigido hacia la crítica constructiva de los horrores ortográficos y demás alimañas discursivas que se encontraran en la cartelería de los espacios públicos (y non tanto). Tal vez, en ese sentido y dirección, su mayor aporte haya sido a la corrección del temible error de la “J” que se encontraba en el cartel que se encontraba en ese espacio periférico de la cara visible de la casa del Pueblo (que no es la Comisaría ni el ex Banco Hipotecario). La intención del cartelón, que luego fue atacado y muerto por las ventolinas particulares y natas de este lugar en el mundo, se centraba en el pedido de aparición con vida de Jorge Julio López. La corrección del “exiGimos” que provocaba más que estupor, un terrible dolor de ojos en los parroquianos que dirigían sus miradas ávidas de alimento en letra, se hizo esperar por un tiempo, lo que hizo a la naturalización tanto de ese cartel en el paisaje, como del error en ese verbo particular entre los jóvenes de las instituciones educativas del radio de la cuadra. Débase tener en cuenta, antes de que lluevan los reproches, castigos y maldiciones, que estos muchachos no tienen otra ocupación y preocupación que las del hallazgo del error humano de turno, y para colmo de males, materializado casi para la posteridad, a menos que estos detectives lleguen a y en tiempo y forma.

Pero he aquí el último de los aciertos de estos ojos críticos y fisgones que la organización ha efectuado. Todo el mundo recordará e incluso se cansará de ver ese adefesio que se encuentra en pleno paseo del Dique, dedicado a un tipo particular de pionero de la actividad económica en el partido dulce partido. No, no hablamos del pequeño monigote (ahora devenido en enanito de jardín del patio-espacio público-paseo de la caja de te Currolín S.A.) con que intentaron reflejar (de forma antitética, como para decir “Mirá vos qué paradoja eh!”) la gran labor del gran Juan Fugl. No. Estamos hablando de eso (y decimos bien en hablar de un “eso”) que alguna vez anunciaron como en concordancia y armonía con el paisaje serrano. Nada más concordante y armonioso para con el paisaje serrano que el… monumento al fundidor!! (El metalúrgico… para los otros, esperamos les llegue en vida, tiempo y forma su más merecido homenaje). O me va a decir que nunca se preguntó y cuestionó qué hace ese extraño engendro metálico de torso agigantado en medio de un lugar que no le será lo más ajeno a él, pero le pasa por ahí cerca? En fin, no es cuestión de que nos pongamos a discutir eso, por ahora no, ya vendrán tiempos mejores.

He aquí (ya lo dije anteriormente) EL padre, madre y tutor de los detalles de esta obra pseudoescultórica: se entiende que la figura representada expresa los inicios de la actividad que este engendro está ejecutando y con ello la poca, baja o nula instrumentación de seguridad de aquel entonces entre los operarios… pero me vas a decir que no usaban guantes???!!!! Así es. El fundidor no solo no tiene los guantes (por el detalle trabajado de las uñas), lo que denota que este pobre personaje se estaría quemando las manos (porque el supuesto palito que sostiene al baldecito de la mezcla fundida no es precisamente de madera, sino que es un flor de caño), así como también su misma gamboa por tenerlo allí apoyado al cañito que, como buen conductor de calor, imaginen las divertidas consecuencias que tiene ese descuido en la vida misma y real.

Con esta gran revelación que nos cambia de cuajo el simple transcurrir de nuestras desdichadas vidas, la organización pega el aviso (por 2$ más, se llevaron el combo del grito en el cielo y a los cuatro vientos) de que están acechando a cada centímetro cuadrado de la aldea, en búsqueda del escrache de la deformación nuestra de cada día. A prepararse pues…

jueves, 20 de agosto de 2009

A un año de la gran hazaña…

Amanecer del lunes 17 de agosto del año 2009. Otro día feriado y un fin de semana largo, lo que hace que nos tengamos que movilizar a un costadito del cerro, dando lugar al malón malonero de turristas, y al de algunos “nacidos y criados” (junto a “venidos y quedados”) que, gracias a la publicidad que le hizo la ignota “Liga Franela y Chupón” a nuestro 2 x 2 en el mundo, suben con sus 4 x 4 bajo el modismo del in fraganti a esta ahora considerada y utilizada Villa Cariño.

El bocinazo de una de estas bestias de ruedas gigantes, a eso de las 8 de la matina, no solo hizo que me levantara casi diría involuntariamente, sino que además me recordó que estábamos ante un feriado especial, además de lo lindo del día que estaba llegando. Hace un año, allá por el 2008 (como para que suene lejano nomás), el grupo de los activistas por nuestras sierras iniciaba, en el mes de julio, el período de treinta días que abarcaría la junta de firmas por un proyecto que concretara la tan ansiada declaración de Áreas Protegidas para el patrimonio natural tandilero, por excelencia y antonomasia.

Hacia el preciso 17 de agosto, ayer domingo y en 2009 lunes, las firmas se habrían de juntar en la Plaza del Centro, y así fue. Con algo parecido a un encuentro cultural, la gente de nuestra comarca se fue haciendo presente con las planillas y las firmas que habían conseguido a lo largo de ese fatídico mes en que corrían de un lado a otro buscando el autógrafo tan codiciado, a cambio de un poco de concientización.

Las planillas con las firmas fueron muy prolijamente ordenadas, para luego ser llevadas a la Legislatura Provincial, emplazada en La Plata. De allí en más… de las 12 mil firmas (casi 13 mil, por cierto), si las he visto no me acuerdo, habrá dicho más de un supuesto representante nuestro de cada día. Jamás se recibió respuesta alguna. Y ya pasó un año, 365 días en los que los empresarios canteristas siguen haciendo y deshaciendo de las suyas. Las explosiones se suceden, como así también las grandilocuentes promesas y anuncios de soluciones (que nunca lo son ni tampoco llegan) del cinismo politicoide. Las sierras son transportadas en camiones sobrecargados, surgen construcciones clandestinas en pleno patrimonio, y así miles de excepciones de todo tipo y color…pero no eh! No es ingerencia de absolutamente naides de los nuestros, ni municipio ni provincia, ni la mar en coche. El ping pong eterno. Es el mismísimo limbo. Será cuestión de seguir con ese granito de arena que se aporta día a día con la lucha que no cesa. No nos dejan cesar.

martes, 18 de agosto de 2009

Volviendo a la rítmica rutilante de la rutina

Si…vacaciones…pongámosle más bien el rótulo del “pequeño descansito” hecho y derecho a base de fuerza mayor. Querer dar un giro de unos cuantos grados (llegando a los 180 grados, por ahí cerquita) en el modo de vida, tiene su costo, pero es solo al principio de la cosa, en lo que comúnmente se sitúa en el período de transición. Pero yendo al grano (y levantándose, para ir de la cama al living, y viceversa), el pequeño blogcito que se arma, desarma y vuelve a armar desde la cima del Mate, ahora habrá de venir más reforzado y dinámico que nunca jamás. Por cierto, hemos cumplido el primer mes de vida, pero con el fresquete que se nos vino de visita, nadie nos ha traído un pedacito de torta o cheesecake. Queremos creer que ahí reside la causa de esta extraña ausencia.

En fin, en medio de esta corta estadía en el limbo (físico, mental y de demases características), vemos que la aldea mucho no ha cambiado, pero siempre fiel a su constante movimiento hacia ese tiempo pasado mejor (que nunca se encuentra ni encontrará, dicho esto al pasar) y a ese embole congénito del que muy bien nos amplió el amigo Freud (Pereyra). El pueblo, desde lo que se puede observar en las alturas y la lejanía (que nunca vienen demás), y con una bonita netbook a mano (agradeciendo el güifi que algún buen parroquiano se instaló en el medio de los cerros), el panorama virtual de esta city serrana es un… bostezo? No se si es la expresión correcta, pero de lo que estoy segura es de que el bostezo fue la reacción o somatización (física-fisiológica) automática que me provocó el estado de este ambiente. Entendemos que para el carnaval está faltando un tiempito (siempre y cuando no lo suspendan, claro), pero la realidad es cruda, pero realidad al fin: no hay pomo en la interness mediática.

Para buscar un sitio que mezcle un poco de humor, algo de información, condimentado con morbo, cinismo, hipocresía y tantos ingredientes dignos del estado pueblerino de la sociedad nuestra de cada día, recomendamos meterse en cualquier noticia del Eco Digital que tenga algo así como 10 comentarios. Obviamente, si tiene mayor número, más patente se hace el camino que nos lleva hacia el centro del laberinto oscuro que, nos guste o no, hasta enorgullecernos o martirizarnos, todos y cada uno lleva en su interior: su tan temido y recóndito tandilito medio.

Volviendo a la cosa nostra, el tema es que volvimos para quedarnos, posesionarnos de la cima del cerro e instalarnos para que ni con la policía nos puedan arrancar de raíz… como buen yuyito serrano, siempre resistiendo, aún cuando le tiran encima la temible bordeadora.

Panorámicas desde el Cerro El Mate habrán de tener todos los días. No nos echen las culpas si algo no sale como parece o como había de quedar: trataremos de limpiar bien el lente del largavistas, oficiante de puente a la realidad (así como la no tanto) que ustedes palpan con el nombre de la rutina y la costumbre. Esperamos la torta… con algunas “Don Satur” también. Lo que es sentirse un famélico de aquellos, con lo poco que uno se conforma. Lo bueno es desayunarse todos los santos amaneceres con una nota nueva, que no es lo mismo que una buena nueva. Ustedes lo entienden más que bien.

viernes, 7 de agosto de 2009

Ante la situación crítica, el Lic. Freud Pereyra revela el diagnóstico de la comarca

No se trata de un momento en particular. No. Y que esto quede bien en claro: es parte de lo cíclico de nuestra historia. Vaya uno a saber si se inmiscuye en el plano de lo energético, lo cósmico y/o lo tragicómico y dramático, lo cierto es que el Dique, hoy por hoy, es el fiel reflejo (más allá del espejo –fétido y sinónimo de suicidio- de agua) de la realidad de este pueblo.

La diversidad y el dinamismo están en plena faceta de extinción en nuestra teoría, y en la práctica hace rato que no se los encuentra. Todavía hay gente que, en lo que respecta a la cultura joven, sigue soñando con la real y efectiva vuelta del “Macoco de los viernes”; con la oleada de bandas de todo tipo, color y ritmo que desembarcaron en el puerto del ya fiambre “Q Bar”. Expresiones de deseo que pasan de la nostalgia, llegando rápidamente a la desesperación y ganas de materializar esa mezcla consuetudinaria en un acto catárquico o, al menos, en la posibilidad del Santo Pogo de las Masas, den resultados benéficos para el pobre que sufre este estancamiento en carne propia.

La tandilidad no solo involuciona. En tiempos como éste, ni siquiera se toma el trabajo de moverse o dirigirse al pasado. Es la nada misma hecha pueblo. En lo cultural, es de público conocimiento el sacrificio (en donde “aborto” suena fuerte, pero es ese el término correcto) de nuestra pretendida “tradicional” (que, de seguir asi, no llegó ni a la categoría de costumbre) Feria del Libro del corriente (no se si alterna) año, y del más recientemente parido “Festival Tandil Cine”. El show de hace una semana de Fidel Nadal en Museo (faltaba más que hubiera sido en el Del Fuerte), ídolo (de algunos) del reggaee, apenas endulzó (edulcoradamente) los oidos de los “pacientes” parroquianos que allí se congregaron. En lo laboral, la crisis aporta lo suyo, y no se encuentra absolutamente nada de nada por emprender. En lo social, como bien dijo “La Renga”, somos los mismos de siempre.

“Es necesario alegrar este pueblo”. Expresión que no pierde su actualidad, aún cuando se repetía con frecuencia no moderada hacia fines del 1882, donde eran otros tiempos y era otra la historia. “Esto nos muestra que el diagnóstico es más grave de lo que pensábamos. Estamos ante un caso paradigmático de ‘Embolis mayuscúlicus congénitus in esencis’”, fue la revelación dada por el Lic. en psicología, psiquiatría y traumatología Freud Pereyra, en las sombras de sus aposentos, por calle Rio Bamba. Por aquel entonces, el remedio sanó el mal, a fuerza de dosis de bailes, tertulias, encuentros literarios, movilizado todo por la juventud.

De la apatía a la inamovilidad y la inacción no hace falta siquiera un paso; de darlo, se entra en profunda contradicción (etimológica, teórica, práctica y filosófica). Será cuestión de despegar el traste de la estufa, de la silla, del sillón, de la cama o de la bici fija, y empezar a lucharla, para no hacer de este Tandil un lugar “soñado”, por estar todos dormidos. ¡¡Hasta una guerra de almohadas se acepta como oferta!!

martes, 4 de agosto de 2009

La Fundación Pelotas Llenas pide una acción-comando ejemplar

Con los primeros calorcitos que comienzan a sentirse ya en agosto, y en vísperas del retorno a clases, quienes han tenido la desgracia de transitar justa y necesariamente por la esquina de 9 de Julio y San Martín (esquina del Banco, para más precisión) sabrán de qué estamos hablando. Empiezan a producirse los primeros brotes, sí, pero no precisamente de las flores…sino más bien de los y las floggers, lo que indefectiblemente suscita otro brote: el de la ira.

Haciéndose eco y portavoz del hastío comunal, y con la convicción de que el futuro iba a llegar, más que hace rato, en cualquier momento (bajo la etiqueta de “lo inevitable e irreconciliable”), la Fundación Pelotas Llenas nos hace llegar la siguiente resolución: “Queridos parroquianos de nuestra querida comarca: está sucediendo entre nos el fenómeno que veíamos venir, pero que suponíamos que extrañas fuerzas sobrenaturales, con ayuda de la manos invisibles del mercado y la moda, harían esfumar espantados… pero no! Llegó, se está instalando (nuevamente) y vuelve a ser causa de la inflación involuntaria de algunos órganos de quienes los sufrimos. No se trata de un circo, no. Estamos ante el resurgimiento de la tan fatídica ‘Esquina Flogger’ (o Flower, para quienes les profesamos poco cariño). Esquina harto transitada si las hay en el corazón mismo de la aldea… y a estos borregos no se les ocurre mejor idea que concentrarse ahí, si, en la esquina del Banco, porque en Tandil de seguro y de cajón (suena muy fúnebre, verdad?) no deben de haber otros lugares no? No! Vemos las caras de ofuscación de personas mayores, otros de todos los grupos de edad habidos y por haber que refunfuñan en el espejo baldósico de la vereda y de La Vereda, y naides se anima a tomar la decisión debida, o sea y es decir, la que ya es vox populi/s: pegarles un julepe tan grande que no solo no vuelvan a la esquina mencionada, sino que además los deje recluidos un buen tiempo en sus ámbitos hogareños o con la compu, que para el caso se trata de lo mismo. Todo bien con que la vereda es pública, pero tampoco se la expropien, ni se la adueñen, ni nada! Mínimamente, pero sólo eso, mínimamente, tengan la lucidez mental de armar un pasillo para que el resto de nosotros, los mortales, podamos pasar y no chocarnos con 20 de ustedes. Pero no! Así se van ganando todos y cada uno de los números de la rifa del odio nuestro de cada día. Como para ir cerrando, única solución a la vista: una buena bomba (no así la atómica, ya que, recordemos todos juntos y en ronda… en nuestros pagos, rebota), sin previo aviso a ellos, arrojada por cualquier ente que allí ronde (aún disfrazándose de persona anciana, la muchachada flogger ni se entera ni percata ni avizora su presencia). En fin, hagamos algo en conjunto y en concreto, antes que nuestra bomba interna estalle. Esperamos contar con su presencia.”

Con la difusión de esta esquela, escrita de puño y letra, tan profundamente sentida (queremos creer que los manchones en la carta fueron provocados por un poco de te), esperamos que alguno de los nuestros se vuelva activo defensor del interés ciudadano y, de paso, nos de un buen curso de armado de bombas caseras… por si las moscas (o, en esta pequeña cuestión, the flowers y no Tito) zumban.

domingo, 2 de agosto de 2009

Esos (no tan) raros humitos nuestros (y no tan nuevos)

Luego de la trascripción de la circular rectangular que habemus recibido, y dando los saludos pertinentes a esos jóvenes, mandándoles con ellos los respectivos a nuestras familias (de paso, se los repetimos… estamos bien, papás y mamás!! Pero intenten no mandarnos comida muy congelada y encima enlatada, porque acá no tenemos microondas!! Igual, todo bien con el sol), nos dignamos a mirar un poquito más descansados a la comarca. Divisamos algún que otro quilombaje y revueltaje en la Casa del Pueblo, pero notamos algo que en el llano no se ve, pero sí cuando uno está fuera del cuadro... o, al menos, de aquellas cuadras que hacen a lo urbano, y encima toma altura.

Hay cosas que se extrañan con alma, corazón y vida cuando se está lejos del pueblo. Ni mencionar el fervor tandilúrico que le trepa a uno cuando vuelve a su lugar en el mundo, al ver como se va dibujando en el horizonte el contorno serrano, tan característicamente nuestro, en medio de la monotonía de la llanura (que, de seguir explotándose a las lomitas, muy pronto integraremos esa categoría deprimente). Y es cuestión de ir ingresando por alguna de las entradas a la serrana gentil, que el ambiente toma una extraña espesura y pesor. Como si en lugar de atmósfera, tengamos una neblina y humedad constantes, más allá de la seca que constituye a la esencia del tandilero tipicus.

Pero en fin, volviendo a lo nuestro, este fenómeno se distingue claramente desde cualquier espacio elevado a los demás mortales y relativamente alejado del aleph. Para hacerse una escapada rápida y tomándose un atajo, invitamos a que suban a acompañar por un rato al amigo Abait en el Morisco. El “Gasparín” poco amistoso que sobrevuela y se expande por todo los rincones de la comarca no es producto esencialmente residual de las chimeneas, salamandras (no anfibias) o cosa que se tenga prendida a los efectos de tener el calor no humano que nos está haciendo falta. No. Es otro tipo de calor, un calor humano no afecto a lo afectuoso, ni al cariño. No. Entre nosotros, la caldera del “Infierno grande” que llevamos dentro se hace presente, expresa y tangible. Entre nosotros, la señora Envidia. Con ella a nuestro lado, cualquier paso se hace intransitable y cualquier detención insostenible, cualquier encuentro inaguantable, mientras la Mediocridad, sus medios ocres y sus medio-ocres, junto con la Hiper-Hipocrecia, pasan caminando, todos juntos y contentos, con la chapa de ser los personajes más aclamados y solicitados de todos los tiempos. Y lamentablemente tienen razón de sentirse tales, porque lo son. El presente y el futuro, cercano y no, no tienen visos de cambio; saben que ese destino está escrito a y en fuego, desde el mismísimo momento en que el nacimiento de la que sería nuestra futura ciudad daba a luz un aborto.

La creatividad e ingenio del que intenta salirse del marco, de la estructura, de su propio destino como intento de profeta en su tierra, son signados bajo el estigma del “pobre loco” o el incomprendido o “el taramba que no le gusta laburar”, y de ahí es condenado al ostracismo, como en la Antigua Grecia. La cosa no decanta y, menos aún, pretende cambiar. La vaca no se mueve y los relojes siguen con su emprendido camino hacia la inversa, “atrasando pa’ no aflojar”. Los vendedores de vida hace rato que se agotaron y hay muchos que no alcanzaron a comprarse o conseguirse una vida propia. A todos esos me los cruzo cuando bajo del Cerro, cuando voy por el medio de la Plaza del Centro y te observan con un scanner instalado a fuerza de golpe en la retina, como una extensión necesaria para sobrevivir en la lucha darwinista de la envidia por la envidia misma. Después, no se me vengan a quejar si los devoran los de afuera. Pero un gran amigo (y cuando digo gran, es gran), alguna vez, en una mesa de café que, espero, vuelva con prontitud, sentenció a los pocos vientos que entraban por la rendija de la ventana: “El día que no le des cabida a la mirada cargada con malicia del otro, ni a la institución del ‘qué dirán’, estarás a tres pasos de lograr la felicidad plena.” Eso se intenta.

viernes, 31 de julio de 2009

"A sembrar la llanura con Pinos" (Verellén... no te alegres eh!)

En el día de la fecha (que día es hoy? Ah, si, 31 de Julius), un grupo de jóvenes atléticos, gimnásticos y casi con el corazón en la boca (porque cuesta subir la cuesta que cuesta), nos hace llegar esta carta rectangular, que extraña y paradójicamente se ha dado en llamar circular (las contradictorias y locas cosas de la vida, vio?). Nos piden difusión, aquí la tienen. Y dice así:

"A la comunidad de Tandil,

Queremos dar a conocer la actual conformación de un grupo que adhiere a Proyecto Sur, movimiento que a nivel nacional encabeza Pino Solanas.
Somos un conjunto de personas provenientes de diversos ámbitos que vivimos en Tandil, y que no nos sentimos representados por ninguna de las fuerzas que actualmente conviven en nuestra ciudad ni las que han gobernado el país desde la vuelta a la democracia, por ello y porque estamos preocupados por la realidad actual que nos toca vivir es que decidimos juntarnos y adherir a esta nueva fuerza.
Proyecto Sur es un movimiento político, social y cultural que ubica el respeto a la condición humana sobre cualquier otra consideración, proclamando como principios básicos la defensa del ambiente y la propiedad pública de nuestros recursos naturales, como condición para alcanzar una auténtica justicia social y garantizar la soberanía nacional.
Nos une el espíritu de saber que podemos ser parte de la solución, y no resignarnos a ser agentes pasivos ante los graves problemas por los que atraviesa la provincia y la nación. También nos une la necesidad de construir ideas superadoras, porque entendemos que no pueden ponerse más parches en la rueda y se debe comenzar a pensar en políticas que solucionen dificultades de fondo de nuestra Argentina.
Si te gusta el espíritu que tiene el Movimiento Proyecto Sur, y tenes ganas de trabajar en pos del bien común te invitamos a sumarte a esta iniciativa. Para comunicarte con nosotros podes escribir al correo proyectosurtandil@yahoo.com.ar.

Los saludamos atentamente."

jueves, 30 de julio de 2009

La Asamblea por las Sierras invita (después no digas que no te avisaron eh!)

En el marco de las vacaciones de invierno (que por estos días ya se están extinguiendo… snif snif), y aprovechando la buena predisposición de escuelas, profesores, alumnos, padres, tutores y demaces, entre medio de los deberes y obligaciones que les han encajado a los niños (y no tanto) por la recordada emergencia sanitaria, la Asamblea Ciudadana por la Preservación de las Sierras aporta una interesante propuesta.

Estamos parloteando acerca del programa educativo “Vacaciones Creativas”, abierto a toooooodo el público, a todos aquellos que amen las sierras y les guste caminarlas, conocerlas y preservarlas…esto es para ustedes, muchachos y muchachas!. Se trata de armar alguna creación (bien propia, como resulta por obviedad) artística, periodística…lo que sea, acerca de nuestro patrimonio serrano. Como pueden notar por el afiche que han confeccionado al efecto, la variedad creativa puede ser realmente notable (desde historietas hasta títeres, pasando incluso por videos). Luego, estas creatividades materializadas serán expuestas el segundo sábado del mes de septiembre (del corriente año no alterno) para toda la comarca, lo que comunicarán los asambleístas en sus debidos tiempo y forma. De todas maneras, pueden buscar info, fotos y material relativo al tema en las bibliotecas populares, adonde se han enviado dvd’s y cd’s con ese objetivo. Por si las moscas, pregunten por el material didáctico de la Asamblea por las Sierras (esperemos que hayan llegado… si van y no están, peguen un aviso!)

Habrá que buscar la musa en nuestras sierras (para algunos, en el patio de su casa), en los días lindos y soleados (en donde se puede ver que realmente hay un interés concreto por andarlas… había más personas que hormigas en algunos de esos días! Y lo digo porque lo vi con mis 4 ojos) y a sentarse, concentrarse, iluminarse (más allá del foquito del estudio)… y a ponerse se ha dicho. Después, a comprarse un fibrón.

Ya ni dar la hora se puede, hermano!!

Por cuestiones de salud (de testarudez y boludismo para consigo misma) de quien suscribe, este portalito quedó a la deriva durante una semana, como si lo último que vio desde las alturas del Mate fue el intento desesperado de la nieve por querer entrar por un bache que la Dirección de Transporte Firmamental casualmente arregló. Sin embargo, acá estamos, acá seguimos, y del Mate tendremos que ponernos para salir adelante (si, tomar conciencia, de eso se trata… y eso trato).

En medio del reposo absoluto que se le encomendó a esto que les escribe (que no es una máquina, más allá de la corta edad…aunque tardó en darse cuenta de ello), y antes de él también, a Sabrina le cayeron como extraños copos de nieve (siguiendo con el tema que dejó con una vena de ansiedad a las tres cuartas partes de Tandil, aunque tal vez me quede corta con la cifra) unos cuantos hechos, con posibilidad de nota (concreta y no aparente).

Entre ellos, aquí va uno que por esas razones de fuerza mayor quedaron latiendo en el tintero por unos días. El siguiente relato que presentamos es verídico, realísimo y verdadero. En fin, sucedió en el perímetro de nuestra aldea. Y al parecer, ya es toda una señorita…modalidad de robo. Por lo tanto, no tratamos de alarmarlos, pero… esténse prevenidos. Parece ser que un grupo de jóvenes anda atacando a otros de su mismo grupo de edad y algunos etéreos pero amables, corteses e ingenuos con los que tal vez no compartan su misma generación, de una manera bastante peculiar. Ya no hace falta tener que armarse de la imaginación para construir algún cuento del tío. La cosa es más directa y lo peor… de tan natural, uno jamás sospecharía lo que le puede pasar en el próximo minuto.

“Eh, flaco! Me das la hora?!”. Frase conocida si las hay y que la escuchamos bastante seguido si andamos en la calle (a veces, en la casa de uno también suele pasar). Negarle a alguien la hora… no sé si es como negarle agua, pero parecido, más si ven que tenés un relojito en la muñeca. “Son las tantas y tantas”, y léase “tantas” como “X”… de responder con eso, nos recibimos el dulce regalo de una mirada de odio o extrañeza. Y acá, ni bien uno termina de marcarles en qué momento de las 24 horas del día se encuentran, hace su aparición la seguidilla de frases claras, evidentes y fulminantes que hacen a la presencia de un momento de terror: el robo. “Ahh… y tenés plata? Tenés un celu?”. De responder un cordial “Qué carajo te importa”, vaya uno a saber en qué, en dónde y cómo termina. Entre medio de las preguntas, el pobre samaritano del huso (y uso) horario no sabe para donde escapar, qué hacer, si respirar o hacerse el desmayado, pero el julepe es lo único gratuito que te dan.

Se sabe (extraoficialmente) que hay personas que han sufrido este tipo peculiar de robo en más de dos oportunidades. En un pueblo (si, porque si Tandil es ciudad, sólo lo es en su dimensión geográfica), que no podamos darle la hora a un convecino, es señal de que la cosa está peor de lo que uno piensa. Esto fue un aporte desde la ahora nueva sección del portalito (recién inaugurada y salida del horno… de donde nos metimos hace rato): “Servicio de ayuda para el tandilero etéreo”. Mientras, prosigan con el boca a boca, nuestro medio de comunicación e información por excelencia.

miércoles, 22 de julio de 2009

La Fundación Pelotas Llenas emite nuevos quejidos, mientras en el cielo no pasa naranja

Mientras desde la cima del Cerro (El Mate, claro) ajustamos el largavistas (que se nos desplomó con un viento que por allí se le ocurrió pasar), alcanzamos a distinguir un peculiar “amontonamiento” de personas, como pegándose a la primera ventana que encuentran, a la espera de un personaje que no es de visitar muy seguido a nuestro terruño: la nieve. Al parecer, estos parroquianos van alternando entre la caja boba y esa abertura en la pared, a la que cada muerte de obispo o, en su defecto y por antonomasia de pueblo chico, por sobredosis, le dedican una mirada. Y sumergidos en esa esencia tan escéptica, siguen levantando los ojos, las manos y cuanta cosa que encuentran al cielo, como ritual para acercar el milagro blanco que aún no nos llega (en las horas en que escribo estas líneas).

Precisamente, a las tantas de la tarde, nos ha llegado un comunicado de último momento de la Fundación Pelotas Llenas, cumpliendo con su objetivo y principio fundamental: organizar y hacerse eco del hastío comunal. Sin perder más tiempo, los invito a que lo leamos juntos (preferentemente medio pegados, porque hace un frescor de aquellos en la altura… ni les describo el engarrotamiento de los que eran mis dedos) y en voz alta:

“Convecinos y convecinas, y con lo que sea: Qué frío que hace no?? Está terrible la cosa. Bueno, a no perder ni el tiempo ni las esperanzas ni los guantes, porque nos vamos a congelar de la peor forma. Estamos aquí reunidos, en el centro de la Plaza Independencia, para protestar nuevamente (y no abandonar la esencia). Esta vez contra el clima mismo. No se puede tener más yeta junta y aglomerada! En estos momentos, está nevando en Buenos Aires… y como sigamos así, hasta Jujuy no para. Vemos en la tele a la gente entre jugando y mirando cómo les cae la nieve casi como una bendición (vaya uno a saber de qué)… y nosotros acá, en medio de la plaza, parados como nabos, viendo la vida, los autos, los bebés, las viejas que vuelven del mandado, los años… todo pasa! Menos la nieve! Qué carajo nos mandamos para que no se nos acerque? Por casualidad… Alguno le cobró entrada, la detuvo en el peaje y se está haciendo el dolobu? Por favor, pedimos que nos aclaren ese punto… y exigimos una explicación del tipo y mengano que sea sobre este extraño suceso que nos priva y excluye del panorama de diversión provincial y casi diríamos nacional. Como última cuestión, diremos que, de no aparecer la señora Nevada (no por la de la heladería de 11 de septiembre y Marconi) por estos pagos, nos veremos en la urgente necesidad de arrimar unos buenos ventiladores en cercanías del Dique, para desviar al chorro del bidet, de forma tal que las gotas se conviertan en copos de nieve… a la fuerza y como Zanatta manda! Un saludo de codos, afectuoso y en busca de calor, ya que andamos... pero sin nieve no nos vamos a quedar, caracho!”

En vistas (por la lejanía con el centro, agradecemos que algo se ve) de este pedido apremiante que formula la mencionada entidad, desde nuestra redacción, bajo la escarcha, nos hemos remitido a una explicación cuyo centro es la generalizada indiferencia de la aldea en torno a muchos temas tambien apremiantes, y su autor, gestor, pensador y padre es (porque sigue entre nos) el Gran Dipi. Como él mismo sentenció en algún momento de su eternidad, “Si tiran la bomba atómica en Tandil, rebota”, suponemos que no sería para nada estrafalario ni extravagante plantear algo similar para este fenómeno, siempre enigmático y mágico para el tandilero que sueña con ver las sierras de blanco…mientras lo sueñe nomás, no hay problema. En fin, es probable que la nieve haya querido infiltrarse en esa capa impermeable que es el hábitat del homo tandiluricus, pero con la presión que ejerció seguramente esa nevada habrá tenido mejor suerte en las lejanas tierras de Córdoba o, inclusive, Jujuy. Eso no quita que sigamos toda la tarde, y algunos breves mañanas que vendrán, mirando hacia arriba esperando esos gasparines, mientras no sea esquivando los regalitos de la cloaca de la paloma y demaces bichos emplumados.

domingo, 19 de julio de 2009

Sección “Mostrando la hilacha (o dá la carita, che!)”. HOY: Quién recórcholis es (o se esconde bajo)… Fachini?

Después de un mínimo y temporáneo receso (de algunas horitas que superan a las 24), acercamos unas cintas para que corten con las tijeras, cuchillos o facones que tengan a mano. Estamos frente a la aparición de una nueva sección en este pequeño portalito que apenas está creciendo y alimentándose. Como si se tratase de una neo-sección al estilo de la choreadez que se mandó el amigo etilístico (no estilístico, véase la falta de “s”) Juan Roque (recuerdan eso del “Quién fue y qué hizo?”), sumado al “Cómo se pide” o “Se pide reproducción” (en los diarios del Tandil de allá lejos y hace bastante tiempo). Sin dar más vueltas, señoras y señores, esto es algo así como salir a la búsqueda del paradero de algunas gentes que se esconden en algunos recovecos entre la imaginación y lo lisa y llanamente real.

Inauguramos esta bella sección que nos comunicará y armará una cadena de “info e investiga“, queridos lectores, con un primer personaje, digno de estar nominado para ocupar su verdadero lugar en los diccionarios, próximamente (y sin ninguna duda de visita), como sinónimo de discriminación e intolerancia. Nuestro primer caso: el ignoto Fachini. Cómo encontrarlo? Última página del diario El Eco, mal ubicado en la sección Humor. De todas maneras, mientras no se digan malas palabras como, por ejemplo, “culo” y “teta”, se asegura el intento por llegar a ser etiquetados como diario serio. Como bien dice una amiga de la casa: “No entiendo por qué gastan tanto color en esa última sección, si es de las más negras que pueden presentar…”. Ni estando en crisis se entiende tal gasto, pero tal vez resida en ese intento por “colorear” cosas que se dan a denominar chistes.

“Humor” ni chiste se encuentran esa sección. Y no estamos hablando en estado levitatorio. A los hechos y pruebas nos remitimos (para no irnos por las ramas… teledirijan sus ojitos u ojazos hacia la imagen que acompaña este pequeño artículo). Es posible hacer algún gesto humorístico sobre temas tan delicados como la violencia de género o, asimismo, violencia tras la puerta de la intimidad del hogar? A nuestro humilde entender, el único producto que de allí se concibe a la hora de intentar un chiste (sólo intentarlo) es el cinismo, pariente de la perversión, dentro de la familia de las mentes oscuras. Pero esto no queda ahí. Para hacerlo aún más explícito, y en caso de que no se llegue a entender bien de lo “graciosa” que es la situación que este Facho o Fachini (que, a esta altura de la cosa, no sabemos si es un seudónimo o su apellido, pero en una y otra opción se hace por demás evidente una insuperable descripción de su esencia) nos “revela” ante nuestros ojos que no saben muy bien para donde escapar frente a esa bendita contratapa… como para ir al grano, este buen hombre o lo que se esconda bajo ese nombre… pone como título de que estamos hablando! Ojo! Va con previo aviso. Muy honesto y honrado de su parte. Desde El Mate, bajan un aplauso y una felicitación a este escribiente que piensa en su lecto-audiencia que no entiende en la primera lectura tamaña utilización de los recursos que dotan de riqueza el mensaje y análisis de tanta sutileza junta.

Sin embargo, y abandonando la ironía, que ahora corre libre (pero solo por un rato) en medio del Cerro, cuando el título es “Violencia Conyugal”, las mismas manos que producen aplausos, por contorsión natural y lógica, deberían de transformarse, en menos de lo que canta un gallo (bien sincronizado con el relojito de Crónica), en unos puños que ubiquen lo desubicado. “Sabes como le dicen a la Porota?” “Cómo?” “(Tal y tal, porque no recuerdo bien el nombre de la artista), porque el marido le deja los ojos violeta”. La banda serenatera de grillos se hace presente. O, en su defecto, el grupo de gente que, al llegar a la página del desconcierto, en medio de la vidriera del Eco, en Irigoyen, terminando de observar el producto del día, se despiden girando las cabeza de un lado a otro, acompañando tal movimiento con un sonido de nula aprobación y una frase dilapidante :”Siempre lo mismo, eh! Menos humor que… Fachini! Ahora entendemos la concepción de humor para este Multimedios. Patrañas!”, mientras siguen bufando y refunfuñando hasta llegar a la Plaza o a la panadería de Irigoyen y San Martín, como para aflojar el nudo que experimentaron en el estómago hace medio minuto. Como amo la definición de estos binoculares… hacen de cuenta que estoy leyendo al ladito nomás de esos parroquianos.

Como para ir cerrando esta nueva y, esperemos, dichosa (por las habladurías que despertará y para bien) y fructífera sección del portaloide que hace de puente entre nos y ustedes, el mangazo inevitable (no, no se asusten, no es plata): quienes sepan de quien estamos hablando o tengan y contengan esa info guardada en sus recovecos más profundos y oscuros, sáquenlos a la luz o, al menos, acuérdense de estas personas enclavadas en El Mate que quieren saber de quién recórcholis se trata (y hace un tiempo que lo quieren saber). Miren por arriba de esta nota y encontraran el mail oportunamente graffitteado para este tipo de consultas e intercambios. Será hasta bien entrada la próxima! Y gracias de antemano…

jueves, 16 de julio de 2009

“La minería es la puerta de entrada al progreso para el Tandil” (a principios del siglo XX, no en pleno XXI)

En los últimos días, leemos en el Eco (versión impresa, versión digital y algún otro etcétera) algunas notas que sirven de foco de atención (no se si como último recurso, pero ronda ese etiquetaje) queriendo “iluminar” las bondades de una actividad canteril, que a Tandil quita más de lo que deja. Donde el valor va más allá de lo netamente monetario.

El primer título (del lunes 13 de Julio del corriente, como nota principal, tal como se presenta en la mismísima portada): “La explotación de la piedra aportó 200 mil pesos en mayo y junio”. El segundo (del martes 14 de julio, pero ya en la página 6): “Insisten en que debe preservarse el empleo en la minería, que no suspendió ni despidió”, con preciosa foto del amigo (de vaya a saber quién) Marcelo (tranquilamente se le puede agregar una T., y no precisamente por Torcuato) Marcovich, acompañando el texto. Casualidad, causalidad o un intento de manotazo de ahogado nomás? Todas las opciones son posibles. Lo que es seguro es que parte de esos supuestos 200 mil manguitos (que, en términos de las arcas del municipio, pueden traducirse en una ganga o vueltito, teniendo en cuenta que se trata de 2 meses juntos) fueron invertidos en el parto de la nota pero, principalmente, en la ubicación de la misma en la organización del diario. Y no es muy complicado de deducirlo. Para muestra, véase el archivo de un tiempo no muy lejano. Más de un sector que está queriendo generar una buena imagen o ilusión de su accionar (y el ejemplo más concreto y reciente es el del campo, sin mucho lugar para las dudas) se resuelve hacia esa estrategia poco novedosa (se hizo desde el nacimiento mismo de la prensa, por lo que no estamos ante el descubrimiento de América ni de Plutón, mal que les pese). Estrategia que sirve a la fiel evidencia de querer bajar líneas en una ciudad en la que ya no encuentran el apoyo.

Se habla (y remarca) de lo que “aportan” estas empresas, pero no de las evasiones e incumplimientos (reiterados, y vaya si los hay), y, obviamente, del tema de fondo: el patrimonio serrano que se va, que no vuelve nunca más (no como las fuentes de trabajo… en algunos diccionarios existe la palabra reconversión), viaja en camiones cuyo combustible es la impunidad y su paso se signa por la destrucción de rutas, caminos, calles, etc. Manera original de marcar su propio destino, frente a autoridades vendadas (y vendidas, claro), que prefieren el dejar hacer y el preocuparse, por sobre el ocuparse. Como bien dice el refranero popular: “No hay peor ciego que el que no quiere ver”.

Vemos cómo se ha puesto de moda el vocablo “diálogo”. Muchos usan la expresión “tenemos experiencia en mesas de diálogo”, sin adentrarse a definir qué se refieren específicamente, ya que saltarían indefectiblemente los buenos recuerdos de ricos asados. Si para algunos, el diálogo se remite a amenazas en pleno aire de programas informativos (pero ojo! Siempre en un marco de charla eh!) o el traslado de personal patotero a reuniones de “diálogo”, triste y patético el pasado, presente y futuro de esos encuentros no? En palabras del propio (Acuerdo Marco)vich: “Siempre que se nos deje poner nuestro punto de vista para alcanzar una solución”… y sin que se nos objete un cuerno, caracho! “Para nada nosotros queremos perjudicar a los vecinos”. Del dicho al hecho… continúen el dicho, amigos lectores. Las rajaduras en las casas, las roturas de las rutas y más etcs. dudamos que provengan de energías o fuerzas extrañas a una lógica que los deja sin pilchas.

El no tan secreto que esconde el hecho de que la minería no haya suspendido ni despedido operarios reside en que, en el caso de despedir a dos de ellos, al diablo con la planta de acción y operación de la cantera. Las canteras hace un buen flor de rato que no tienen en sus interiores a los miles de principio de siglo XX y eso comenzó ya en la década del ’30 (remítanse a los periódicos de la época o un buen libro sobre el tema para que digan que se habla en el aire). Tampoco tienen a un milenario picapedrero realizador de adoquines, porque eso es casi como encontrar un fósil de diplodocus por estos pagos. Se podría decir (y lo diré sin tapujos) que tanto empresarios (mejor conocidos bajo el nombre de genocidas lícteos) canteristas, como sus amigos los dirigentes gremiales, aún piensan que la gente come vidrio (piedra no, porque con el 5% que anclan en nuestra comarca, poco y nada pueden alimentarse de ellos los parroquianos) y se ilusionan con que dos notas en su favor pueden hacer el milagro de cambiar la imagen de una actividad que es mas lo que resta que lo que suma para el presente y futuro de la precisamente serrana gentil.


Pretenden convencer y engañar con el uso desmesurado de cifras y números, que poco se condicen con una realidad que les hace aguas por donde se los mire. Basta con salir un rato al centro o pararse un rato en el parque u otro punto de la ciudad (a veces, no necesariamente alto) para mirar hacia lo poco que nos queda de sierra. Las cavas, como tremendas caries (y no exactamente surgidas o producidas por algo “dulce”), siguen hablando por sí solas. Diría nuestro genio musical Charly, pero transformándolo en una interrogación: “Toda esa gente parada… no se entera ni que el mundo da vueltas?” Lo bueno y esperanzador es que, definitivamente, vidrio no comemos...“Y a Dios gracias”, diría el Marce de AOMA.

lunes, 13 de julio de 2009

Con una nota sobre Fidel, el fiel conservadurismo de nuestro freezer salta como pochoclo hervido (e hirviente)

Hace menos de un día, en nuestro colega noticiario más conocido como El Eco (en su versión digital), apareció una nota acerca de las opiniones referidas por Fidel Castro en relación al golpe de Estado que se está dando en Honduras. Nota de autor: Hecho aberrante, si los hay, en pleno siglo XXI. Pero continuando con lo que nos compete, para poder hacerse de la nota, teledirigirse a esta página:

Clickeando ahí mismo, llegan como en dirección directa al lugar del hecho. Como para resumir lo allí expuesto, y como bien sintetiza el título (que para algo tiene que servir), para Fidel, si Zelaya (el presidente depuesto y mandado a exiliarse por las Fuerzas Garcantes… eh, digo, Armadas de aquel lejano país al que nuestra adorable Mirtha prefirió poner en su categoría mental de los “No me interesa”) no es reinstaurado en su cargo “una ola de golpes de Estado” azotaría a Latinoamérica. Nota de autor: teniendo en cuenta nuestra historia, ligada al continente al que pertenecemos (mal que les pese a unos cuantos, es bueno y hasta sano confirmarles su filiación a Sudamérica o América Latina, no Europa o el Viejo Mundo), en lo cíclico, ciclotímico y falto de memoria de todas las duraciones habidas y por haber, lo que está escribiendo Fidel desde una reflexión no es ni descabellado. Ni exagerado ni el adjetivo que se le intente (im)poner. Y hay algo que es muy cierto (y no falten a su propia conciencia y sinceridad para consigo mismos): más de uno, al conocerse la noticia, vio pasar el pájaro negro del mal augurio por sobre sus jopos (o la toca o lo que se hallan hecho para el día de las elecciones), recordando días para nada felices y bastantes oscuros de nuestra historia reciente, alimentada por muchas experiencias previas. O lo quieren desmentir? A sincerarse se ha dicho, pues. De vez en cuando, dicen, hace bien y limpia y purifica almas poco transparentes (luego de ello, digan todos en coro de ángeles… Amén).

Prosigamos en la marcha. En la nota del Eco, se puede ver, analizar y opinar sobre los siguientes dichos de Fidel. En sus nuevas “Reflexiones”, publicadas prácticamente en todos los medios de Cuba, Castro advierte que "si el presidente Manuel Zelaya no es reintegrado a su cargo, una ola de golpes de Estado amenaza con barrer a muchos gobiernos de América Latina, o quedarán éstos a merced de los militares de extrema derecha, educados en la doctrina de seguridad de la Escuela de las Américas, experta en torturas, la guerra psicológica y el terror", tema que para los argentinos no nos debería de parecer nuevo… si realmente se tiene memoria (aunque ya deberíamos estar curados y unidos por el mismísimo espanto que se heredó y en algunos casos se sigue practicando desde hace ya más de 30 años), Sigue Fidel: "los militares golpistas ni siquiera le prestarían atención a la administración civil de Estados Unidos", lo que "puede ser muy negativo para un presidente que, como Barack Obama, desea mejorar la imagen de ese país". Sobre los intentos de Zelaya de volver a Honduras, Fidel emerge con el siguiente cuestionamiento: si los golpistas "deseaban juzgarlo por supuestos delitos constitucionales, ¿por qué no le permitieron aterrizar?". Esto último marca la gravedad del hecho: "se sabe que estaba en juego no sólo la Constitución de Honduras, sino también el derecho de los pueblos de América Latina a elegir a sus gobernantes". Y con este tono, siguen las críticas y pensamientos del líder cubano (que, con 82 años, sigue tan lúcido como en la década de los ’60, mal que les siga pesando a muchos que quieren creer que este pobre viejo de 82 años está desvariando).

Hasta acá, la nota del Eco. Pero interesa, y mucho, que ustedes, amigos lectores, le echen un vistazo a los comentarios que hacen aquellos tandileros (sí, sí, como los salamines…en donde a veces no se encuentran diferencias, claro está) que en sus momentos libres y semi-aburridos (más si se encuentran recluidos en sus cuevas con esto de la pandemia) se dedican a descargar ese elixir que algunos llaman resentimiento, también denominado agazapamiento del bicho (verde oliva o con traje camuflado) que más de uno lleva en sus adentros y no tan adentros. Para muestra, no basta un botón (porque ya hay superpoblación de ellos), sino el ambiente que generan esos comentarios (obviamente, no todos, pero la gran mayoría de ellos) que tanto estoy promocionando a que los vean por y con sus propios ojos, cuadrados ya de tanta compu. Hacen recordar a todas esas líneas que surgieron del devenir de la libertad de expresión, de la que se sujetaban (y sujetan) unos cuantos que ni siquiera hacen creer que creen en ella, con aquello de la pena de muerte, “el que mata tiene que morir” y tantos otros partidarios afiliados al selecto grupo de “Salgamos a linchar al primero que tenga cara de sospechoso” (y ojo, lo estoy diciendo porque tuve la suerte – o no – de leer con estos cuatro ojos semejante frase apostada, precisamente, como comentario en una nota del Eco de aquellos no muy lejanos tiempos). Es cuestión de que salte una nota por y con el estilo, para que el agazapamiento se metamorfosee, en menos de lo que canta un gallo, pollo u otro ave de corral, en líneas de “tolerancia = -20”. De eso dan cuenta los muchos comentarios de esta nota, en donde no faltan la intolerancia, la falta de estudio de la historia… porque, según me han hecho enterar éstos, cuando el Che fue a Bolivia, el objetivo de fondo no era armar un ejército o guerrilla revolucionarios… No!! El Che fue con planes netamente… latifundistas, señores!! “El Che se quería apoderar de Bolivia”. Quién les hizo comer semejante verso del revolucionario casi ideal?? “No hay que dejarse llenar la cabeza con una historia parcial.... tanto el Che como Fidel son unos tremendos asesinos”. Ya debemos estar por la vez número 14 en que utilizaré la misma frase armada: “A veces, la realidad supera a la ficción”; frases y barrabasadas como éstas tienen para juntar a paladas, completas y rebalsadas, se los aseguro.

Estas mismas personas, luego, en la intimidad (o no) de sus almuerzos, hablan de lo lindo que es vivir en democracia; al rato, hablan de la candidatura fallida de Patti, para terminar con una frase muy nuestra (lamentablemente): “Acá tendrían que volver los militares, che”. Qué bueno sería que todos estos especimenes hicieran un ejercicio de la memoria de largo y mediano plazo, como para empezar con algo, no? Como cantaría Silvito, Ojalá… no repercutieran los ecos de los Grondona, Neustad (que más allá del más allá, ha dejado una escuela y pichones de cuervos), los dichos mismos de Mirtha, Su y Moria, y tantos otros que siguen con la que creen una misión totalmente humanitaria y de beneficencia: seguir con la apología de los golpes y de lo que ellos creen que se define como orden y seguridad. Se trata de ponemos todas las pilas necesarias para salvaguardar una democracia que supimos conseguir (con laureles… es puesto en duda), y que la hacemos todos, luchándola en el día a día y no tirados en un sillón, calentitos y con la compu prendida, al acecho de una nueva nota que permita sacar la gorrita y el bigotito escondido en un rincón del ropero, con muerto incluido ahí dentro. Ojalá, nuevamente, esta historia cambie, de una buena vez y sin retrocesos. Retrocesos a un tiempo del que las heridas aún no terminan de cerrar y el aprendizaje, vemos, aún no llega.

sábado, 11 de julio de 2009

Digreciones. Recuerdos de una noche para el recuerdo

Lo bueno de tener este pequeño medio (que tanto puede ser un blog de noticias como un espacio para la reflexión y descarga catártica…”a gusto y piaciere”) está en la libertad de elegir temas y esparcirse (no mucho para no aburrir) en ellos. Como hacer la plancha en el oleaje sideral que se emprende con esa aventura tan propia de la imaginación, la memoria y tantas otras zonas que abarca nuestro abarcativo (o no) cerebro. Esta sección que (presiento y prevengo) será bastante recurrida por quien se encuentra de este lado del monitor, se inaugura, precisamente, con una anécdota de la cual salí ilesa, no así mi compañera de laburo Rayita Verde. Este hecho particular no deja de alucinarme cada vez que emprendo el regreso a mi hogar, vaya uno a saber a qué hora de mi hermana la noche, y desde qué punto de la ciudad, hasta llegar al barrio de la Estación.

No digo todas, pero prácticamente todas las noches, acostumbro hacer recalentar a mi madre, despidiéndome de su llamado a mi pobre celu Nokia 1108 con la frase mejor proferida por mi persona: “En un rato vuelvo” (lo que se traduce en un “se supone que vuelvo”). Aquella noche de 2008, ya no recuerdo si era de otoño o invierno, pero el frescor se hacía sentir y de lo lindo, la reunión entre amigas que hacía un tiempo que no se encontraban (todas juntas todas), en un páramo de la calle 11 de septiembre, hizo que el “vuelvo en un rato” de las 10 de la noche se extendiera hasta cerca de las 3 de la matina (aunque, confieso y lo reconozco… eso ya se convirtió en una rutina en este ente precisa y orgullosamente noctámbulo). Ese mismo noctambulismo es el que me permitió el ser parte de un hecho único (y lo vengo comprobando hace ya bastante tiempo luego de aquella cobijada de las estrellas), pasado e irrepetible. Como en otras notas hemos expuesto, es justo y necesario que se alineen los diversos astros que componen nuestro cosmos galáctico para que se den tamañas circunstancias.


Resulta ser que, luego de una bella velada en donde no faltan las risas que del nivel de la carcajada pasan al ahogo (por alguna tos que surge como consecuencia inevitable) y el llanto (cuando no el arribo del sr. Pedicus Depresivicus), decidió parte de este grupo de amigas ponerle fin a la diversión para darle lugar al descanso (que mal no le viene). De ahí, sin mucha plata para el remo que acerca, las que debieron acercar a sus dueñas fueron sus mismos pezuñajes. Casi como haciendo recorrido remisero, estas jóvenes se internaron en la noche, que no les es ajena. Empezaron por lo que tenían más a mano: el barrio de la Estación como para acompañar en la travesía a quien les está hablando en este momento. De esta manera, y al encontrarse ya en pleno corazón de la barriada, estas chicas tropezaron con un algo blanco, que al principio (y a menos de 5 metros) pareció ser un gato. De gato, ingresó fugazmente a la extraña pero real categoría de conejo, por la dimensión de sus orejas. En medio de la esquina que acabábamos de dejar atrás, el maullido sí de un gato (a no pensar mal) que jamás vimos al pasar por allí. Luego de digerir las extrañas apariciones, decidimos continuar el paso, lento y tranquilo, que llevábamos. No así lo hizo Rayita Verde, con quien cruzamos a la otra vereda, nosotras continuando y ella prefiriendo la observación de ese pompón blanco, luz en aquella oscuridad.

No pasaron siquiera 5 segundos, cuando un grito retumbó en la soledad y el silencio de esa cuadra que dormitaba y ya estaría por el cuarto sueño. Rayita Verde se encontró corriendo a todo vapor (teniendo en cuenta que estábamos por la Estación) en dirección directa hacia nuestros cuerpos cuasi zombis, agarrándose la cabeza que ya aparentaba ser un peinado incipientemente afro. Mientras Rayita corría, y nuestras miradas dormidas se dirigían al lugar del grito, de ese mismo espacio un rayo blanco cruzó a la misma vereda en que se encontraba quizá algún pariente cercano. Otro conejo estuvo al lado de Rayita, como contemplando su contemplación sin hacer el menor ruido ni movimiento, de forma tal que esta niña nunca se enteró de su presencia hasta que se lo informamos, después del julepe. Julepe dado no precisamente por la belleza del conejo, sino por la antítesis del mismo. Un oscuro revoloteo que signó la huída repentina de mi humilde cumpa del lugar del hecho, al grito de “Esto no es una paloma, si las palomas no andan de noche!!”. El pánico se apoderó de su cuerpo, que reaccionó más rápido que su propia cabeza, a fin de que no encontrara nido el murciélago que, de buenas a primeras, hizo su aparición como de debajo de las baldosas, como acechando para dar el golpe certero sobre la persona “indicada”, en el momento indicado.

“Definitivamente”, pensé, “esta es la hora en que el zoo no muy lógico despierta y se libera en medio de la noche casi desértica”. Sin embargo, a casi (o más) de un año, paso casi todos los días por esa cuadra de Roca al 1100, sin encontrar rastros ni del gato, ni de los conejos, y menos aún de ese murciélago que naufraga en la oscuridad y las alturas de casas de buen tiraje en años. Más de una vez, pienso que quien escucha esto piensa que se trató de una alucinación, lo que yo también creo. Pero la corrida maratónica de Rayita me devuelve al archivo esa idea. Será que definitivamente se trató de una extraña alineación? Será que esas apariciones, de perra casua y causalidad tienen un ciclo y justo caímos en ese momento y en esa cuadra para observar esa escena mágica? No se. Me canso de caminar esos adoquines, por el medio de la calle, y ninguno de estos bichitos antológicos me acompaña en la locura.

viernes, 10 de julio de 2009

La Liga Franela y Chupón hace expreso su descontento con la vedette del momento (la Gripe A, no Moria)

Después de días de observación, pataleos, horas de debate entre los integrantes (con barbijos y el, por estos días, tan buscado y ambicionado alcohol en gel) y por fin sentada de traste para dedicarse a la tarea escribiente, el Sr. sastre D. Alfonso Chapar se dignó hacer pública la expresión de esta ya no tan ignota entidad de la serrana gentil con respecto a esta nueva pandemia (ya no se sabe si del virus de la Influenza A o de la paranoia que por ello se genera), que está afectando a las actividades esenciales por las que se forjó la dicha organización.

“Hoy por hoy, los enamorados, muchachas y muchachos calenturientos, reunidos y cobijados bajo el halo de nuestra honorable y “gamba” institución (ya que techo no tienen estos pobres amantes del amor… y del aire libre de los paseos públicos), preservacionista y promotora del arte y placer de la franela, el “apriete que no se abolla” y tantos otros accionares en donde todo vale (como también en la guerra)… resumiendo, estamos preocupados, señoras y señores autoridades. Motivo: esto de la gripe A y los mecanismos para evitar supuestamente el supuesto contagio. Ahora resulta que ni saludarnos nos dejan!! Ni siquiera darnos la mano entre nosotros, pe(s)cadores!! Cómo es esto!! Ya estamos en pleno colmo!! Y al Intendente no se le ocurre mejor cosa que decir que seamos maleducados. Como ya nos ha pasado con otras medidas de este señor pediatra, nos encontramos en una situación de emergencia, si, pero en este caso no precisamente sanitaria… sino institucional!! Están atentando contra el eje principal de esta sagrada y benemérita entidad que se ha hecho tanto por la cohesión de nuestra comarca; los socios, si bien fieles a su filiación (no tanto con sus propias parejas), terminarán por abandonar el accionar motor de la Liga: la franela y el toqueteo, ahora prohibidos y censurados por la autoridad que se confiere a unos cartelitos de morondanga pegados por todos lados y al que se les hace caso como si se tratara de un pasaje de la Biblia (lástima que no del Calefón)”, se lamenta Chapar, frunciéndose (sólo el ceño).

Al parecer, y según nos informan las malas lenguas (informantes de lujo de este pseudo-portal, que se dignan a subir todas las mañanas, religiosamente, para dar cuenta de las correrías que no alcanzamos a distinguir con el largavistas berreta que nos compramos al apuro, desde el interior mismo de los mentideros del empedrado), don Chapar observó, en vivo y en directo, en la larga (y no muy dulce) espera al urólogo, uno de esos cartelitos a los que hace referencia en el corpus del comunicado. De la luz verde de “idea esperanzadora” pasó irremediablemente a la luz roja de “se me caen las bases”, lo que motivó a una asamblea superordinaria, interrumpiendo a más de un socio en plena acción, más de uno in fraganti y/o con las manos en tremendas masas (algunas de confitería).

“Es cierto que no se deben de efectuar grandes reuniones o conglomerados de entes humanos”, prosigue, “por lo que dicha Asamblea, con el objetivo de cumplirse superordinaria como tal, se hizo en una plaza pública, bien ventilada y abierta”, se ataja don Chapar, como abriendo el paraguas sin lluvia de por medio. “Y allí reunidos y encontrados, nos dispusimos a la repartija de barbijos con la estampa de un corazón, el codiciado alcohol en extensión .gel, y porque más vale prevenir que curar, unas cajitas de profilácticos… por si las dudas. Pero las plazas seguirán siendo nuestras… Qué joder!!”. De esta forma, se despide el sastre Chapar, saludando a quien da forma a estas líneas con un gentil, caballeroso pero pobremente afectuoso “saludo de codos”.